CIEN AÑOS DESPUES... SEGUIMOS ADELANTE

21/03/2014

Comenzamos un nuevo año y celebramos el Primer Centenario del Fallecimiento de nuestro Padre Fundador, San Benito Menni.

Comenzamos un nuevo año e inauguramos un nuevo lema que nos acompañará en las diferentes actividades que con motivo de la Celebración del Primer Centenario del Fallecimiento de nuestro Padre Fundador, San Benito Menni, el Centro Hospitalario P. Benito Menni os irá adelantando.

Este año 2014, celebramos el centenario de la muerte de San Benito Menni, fundador de la Congregación de las Hermanas Hospitalarias y hermano de San Juan de Dios y por ello queremos aprovechar la oportunidad para dar a conocer y profundizar en este icono de la Hospitalidad para la Iglesia y para el mundo.

El lema que hemos escogido para este año es “100 Años después… seguimos AdelantePor una parte queremos incidir en la importancia de hacer las cosas y de vivir desde el corazón y no solo desde la razón y las ideas.

La Palabra de Dios nos narra que al morir el rey David, le sucedió en el trono de Israel su hijo Salomón. Una noche se le apareció Yahvé en sueños y le dijo: “Pídeme lo que quieras” El joven rey respondió: “Tú pusiste a mi padre David y luego a mí al frente de Israel, tu pueblo escogido, un pueblo tan grande que ya no puede contarse. Lo que quiero es un corazón prudente para poder juzgar sabiendo distinguir entre lo que es bueno y lo que es malo”

En María de Nazaret también descubrimos un interesante icono de sabiduría del corazón, de apertura al plan de Dios ante todo lo que iba descubriendo a través de los pasos de la vida de Jesús. “María, conservaba todas estas cosas dentro de sí, meditándolas en su corazón”.

En la figura de San Benito Menni descubrimos un santo de la Hospitalidad que supo traspasar las fronteras físicas para recrear el carisma de la Hospitalidad y al mismo tiempo dar una respuesta desde el corazón a las necesidades de la época en España, restaurando la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios y fundando la congregación de las Hermanas Hospitalarias.

Estamos llamados también a superar las fronteras externas e internas que en muchos momentos nos dividen y nos impiden el vivir en paz y armonía. La gran familia de los Hijos de Dios la formamos todos aquellos hombres y mujeres de buena voluntad que quieren vivir con autenticidad, sencillez y universalidad el evangelio de Jesús.

Como dice el Papa Francisco que Dios nos ayude a traducir nuestra fe en un anuncio del Evangelio alegre y con un corazón sin fronteras.